Hermosillo, Sonora.-
La calidad y autenticidad del chile chiltepín y la carne seca de Sonora los posicionan como fuertes candidatos para obtener la denominación de origen, según el Plan México presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Este reconocimiento tiene como objetivo proteger la identidad cultural y garantizar la calidad de productos emblemáticos de la gastronomía regional.
En el documento del Gobierno Federal, se resalta la importancia de impulsar denominaciones de origen para productos icónicos de diversas regiones, como las Guayaberas de Yucatán, el Chicle de Talpa en Jalisco y el Barro Canelo de Tonalá, además del chiltepín y la carne seca de Sonora.
El impacto del chiltepín y la carne seca en Sonora
El chiltepín, también conocido como piquín o quipín, ha sido un elemento esencial en la gastronomía sonorense desde los años 80, cuando su demanda aumentó, particularmente en la región del Río Sonora.
Este pequeño chile, famoso por su picor y sabor distintivo, es la base de diversas salsas y platillos tradicionales como la machaca. Según el Consejo Regulador del Chile Chiltepín A.C., en 2023 se solicitó formalmente iniciar el proceso para otorgarle la denominación de origen, destacando su potencial como producto premium, con un valor estimado de 2,000 a 2,500 pesos por kilogramo y una producción anual cercana a las 50 toneladas.
Por su parte, la carne seca, un ingrediente clave en platillos como la machaca, también forma parte de la identidad gastronómica de Sonora, siendo ampliamente reconocida tanto a nivel nacional como internacional por su sabor único y métodos de preparación tradicionales.
Beneficios de la denominación de origen
Luis Núñez Noriega, economista y experto en denominaciones de origen, destacó que este reconocimiento es crucial para proteger los productos de imitaciones y asegurar su autenticidad. Además, genera beneficios económicos al incrementar el valor comercial, facilitar el acceso a mercados internacionales y promover empleos en la región.
“La denominación de origen garantiza que estos productos sean elaborados siguiendo métodos tradicionales propios de Sonora, protegiendo su calidad y asegurando su legado cultural para futuras generaciones”, explicó Núñez Noriega.
En términos económicos, se ha demostrado que el chiltepín puede ser un motor de desarrollo. En 2011, alcanzó un precio de 2,800 pesos por kilogramo, generando una derrama económica de 126 millones de pesos. Actualmente, consolidado como cultivo comercial, los ingresos han aumentado significativamente, beneficiando a productores y comunidades.
Patrimonio cultural y proyección internacional
La denominación de origen no solo protege el patrimonio cultural de Sonora, sino que también posiciona al chiltepín y a la carne seca como productos emblemáticos en mercados internacionales. Este reconocimiento refuerza la identidad gastronómica de la región y asegura que las futuras generaciones puedan disfrutar de estos sabores auténticos.
Con este paso, Sonora continúa avanzando hacia la valorización de su riqueza cultural y gastronómica, abriendo nuevas oportunidades para sus productos estrella en el escenario global.