A partir de marzo de 2025, México enfrentará una nueva temporada de calor, marcando el fin de las bajas temperaturas que caracterizaron el invierno. Se pronostican olas de calor intensas y condiciones de sequía que podrían afectar al país, particularmente en el norte.
El cambio de estación y el impacto climático
Tras un invierno que trajo nevadas y un aumento en las enfermedades respiratorias, el país se alista para días más cálidos. En los últimos años, las temperaturas récord han marcado la temporada de calor en México, y se espera que en 2025 esta tendencia continúe debido al cambio climático y al fenómeno de El Niño.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el aumento global de las temperaturas ha influido significativamente en los patrones climáticos del país, con 2024 destacando como uno de los años más cálidos registrados.
Pronósticos para 2025
La temporada de calor en México típicamente se extiende de marzo a mayo, justo antes del inicio de las lluvias. Sin embargo, las olas de calor intensificadas por el cambio climático podrían provocar temperaturas superiores a los 40 grados Celsius en regiones del norte como Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Durango.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha advertido sobre una posible sequía de hasta seis meses, recordando las severas condiciones vividas en 2023, cuando varias zonas enfrentaron sequías clasificadas como "extremas" y "excepcionales".
Efectos esperados de la sequía
Producción agrícola: Las condiciones secas podrían afectar los cultivos, principalmente en las áreas rurales del norte del país.
Abastecimiento de agua: Las presas podrían registrar bajos niveles, impactando el suministro en ciudades como la Ciudad de México, que ha enfrentado desafíos significativos en años recientes.
Incendios forestales: El calor extremo, combinado con la sequía, aumenta el riesgo de incendios en zonas boscosas y rurales.
Recomendaciones ante el calor y la sequía
Ante el inminente aumento de las temperaturas y la posible falta de agua, las autoridades y expertos sugieren:
Hidratación adecuada: Consumir suficiente agua y mantenerse fresco en días de calor intenso.
Protección solar: Usar ropa ligera, sombreros y protector solar al exponerse al sol.
Cuidado de la salud: Prestar atención especial a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, quienes son más propensos a sufrir golpes de calor.
Ahorro de agua: Implementar medidas de uso eficiente en los hogares y comunidades para preservar los recursos hídricos.
Un llamado a la preparación y prevención
Las condiciones climáticas que se anticipan para 2025 subrayan la importancia de la preparación y el cuidado de los recursos naturales. Mientras el país enfrenta los retos del cambio climático, las medidas preventivas y la colaboración entre las autoridades y la población serán clave para mitigar los efectos del calor extremo y la sequía.