El municipio de Tultepec, Estado de México, se encuentra conmocionado por el asesinato del médico veterinario zootecnista Héctor Hernández Cañas, quien presuntamente fue atacado con arma blanca por los dueños de una perrita que no pudo salvar debido a complicaciones médicas.
Antecedentes del caso
Días antes de su muerte, el 22 de enero de 2025, Hernández Cañas denunció en redes sociales que había sido amenazado tanto virtualmente como en persona por los dueños de Mía, una perrita de raza Yorkshire de 8 años.
Según sus publicaciones, el conflicto inició tras el fallecimiento del animal, pues los propietarios lo acusaron de negligencia médica. No obstante, el veterinario explicó que Mía sufría una obstrucción en el esófago a la altura del diafragma debido a un hueso de aproximadamente 3 cm. Luego de realizar los procedimientos correspondientes, se confirmó el diagnóstico y se llevó a cabo la extracción del objeto.
Aunque la mascota fue internada para su recuperación y se siguieron todas las indicaciones postoperatorias, falleció debido a complicaciones. Hernández Cañas señaló que la muerte pudo deberse a la demora de los dueños en buscar atención veterinaria, ya que había pasado cerca de 15 días antes de llevarla a revisión. Además, aseguró que el cuidado postoperatorio de la perrita fue delegado a una menor de edad.
Amenazas y atentado
Tras la muerte de Mía, el veterinario denunció que fue víctima de acoso, difamación y amenazas en redes sociales. Asimismo, reportó que intentaron extorsionarlo para frenar la campaña de desprestigio en su contra, la cual incluyó la distribución de volantes que incitaban al repudio social. Poco después, fue atacado con arma blanca y perdió la vida.
Exigen justicia
Tras el asesinato de Hernández Cañas, familiares, amigos y miembros del gremio zootecnista han alzado la voz bajo el lema "Ni un veterinario más", exigiendo justicia y el esclarecimiento del crimen.
"Todo derivado de tutores irresponsables y ataques en redes sociales, que escalaron a un ataque físico", expresaron sus colegas, quienes piden a las autoridades actuar con prontitud para dar con los responsables.
El caso ha generado indignación en la comunidad, que demanda medidas para proteger a los profesionales de la salud animal y evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir.